Brindemos, aunque sea con Coca Cola, por lo mucho que disfrutamos con nuestros libros, por el crecimiento espiritual que nos provocan, por la subida de autoestima cuando alguien reconoce nuestra tarea como escritores, por la superación personal que implica superar obstáculos y seguir adelante, capítulo a capítulo. Brindemos por lo mucho que nos gusta escribir,